Las manchas en la piel son alteraciones en la uniformidad del color de una determinada zona de la piel. Aunque pueden existir manchas blancas o más pálidas que la piel de alrededor, o incluso rosadas o rojizas, las manchas que motivan un mayor número de consultas son las que tienen diferentes tonos de marrón. Éste color se debe habitualmente a un exceso del pigmento habitual de la piel (melanina) que puede ser debido a un aumento en el número de células que lo produce o, de forma más frecuente, a un aumento de la cantidad de pigmento en la zona. Suelen aparecer en zonas expuestas al sol: rostro, manos y escote.
El objetivo del tratamiento es la interrupción de la formación de melanina a nivel local para hacer desaparecer manchas (pudiendo tratar incluso manchas rebeldes a otros tratamientos), de componente melánico.
La técnica está basada en conjugar la utilización de varios principios con efectos despigmentantes que no encontramos asociados habitualmente en los productos elaborados por los laboratorios farmacéuticos, o bien, no en las concentraciones idóneas para cada caso. Así mismo, también mejora la calidad de la piel.